cuento 73 sólo un poco de lluvia
Learn languages (via Skype): Rainer: + 36 20 549 52 97 or + 36 20 334 79
74
|
------------------------------
|
Sólo un poco de lluvia
Sonó el despertador, pero ya
estaba despierto, ya que se había acostado temprano la noche anterior. Este
día fue muy importante para él. Con la ayuda de un viejo amigo, tuvo una
buena oferta. Al parecer, nada funcionó sin relaciones.
Se sentó calmamente en su
cama y volvió a mirar el despertador. Habían pasado diez minutos, durante los
cuales había pensado en toda la conversación una vez más.
Se levantó y preparó el
desayuno, luego se afeitó, un perfume bueno pero sutil y ahora su traje, que
había recogido de la lavandería el día anterior. Para él, atar una corbata
frente al espejo era una rutina. ¡Se veía bien! - pensó para sí mismo - ¡fresco
y juvenil!
El cielo mostraba solo unas
pocas nubes, todo salió según sus planes; Podía dar su pequeño paseo refrescante
a las orillas del pequeño lago. Caminó lentamente, no queriendo darse prisa
para evitar sudar.
Los pájaros cantaban y
algunos perros jóvenes jugaban en el prado. Por lo general, se acercaba a
ellos para acariciarlos, especialmente el pequeño y mullido. Sin embargo, hoy
solo saludó al dueño del perro que inmediatamente entendió toda la situación
y deseó buena suerte con señales de sus manos.
En realidad, podría haber
tomado el autobús que conectaba el barrio con la ciudad, pero entonces algunas
personas seguramente habrían hablado con él, lo que habría molestado sus
pensamientos.
Ahora se apartó del lago y
siguió el sendero para bicicletas recién construido, que se acercaba a la
ciudad en un arco en terreno abierto lejos de la autopista y llegó a las
primeras casas después de 3 a 4 kilómetros.
De repente sintió una gota
en la frente. Se había perdido en sus pensamientos y no se había dado cuenta
de que el cielo se había vuelto negro. Todo a su alrededor estaba ahora medio
oscuro.
La primera gota solo había
golpeado su frente ancha, pero ahora también la sintió en sus manos y nariz.
La lluvia era cada vez más fuerte, pero aún quedaba un largo camino por
recorrer hasta la primera casa.
Y entonces lo vio venir,
como un muro de lluvia. Cuando era niño, su tío bromeó una vez que había que
correr bajo la lluvia para evitar mojarse. Por eso, corrió, un poco después
estaba en la puerta, donde lo esperaban en diez minutos. Parecía un caniche
regado, goteando por todas partes.
|
-----------------------------------------------
|
--------------------------------------------------
|
-------------------------------------------------
|
---------------------------------------------------
|
|
Donnerstag, 6. August 2020
Abonnieren
Kommentare zum Post (Atom)
Keine Kommentare:
Kommentar veröffentlichen